Objetivo de Lectura: Al término de este tema serás capaz de identificar la función gramatical de las palabras que conforman una oración a partir de su posición en ésta, para interpretar correctamente su significado.
Estrategia cognitiva: creación de imágenes mentales.
IMÁGENES MENTALES
Las imágenes mentales son parte del proceso de formación de conceptos. Antes de poder verbalizar un concepto (nombrarlo) es necesario crear una imagen mental del concepto. Los conceptos que utilizamos para relacionarnos con el mundo fueron creados a partir de una primera experiencia con dichos objetos o acciones. Cuando creamos la imagen de una mesa, seguramente se formó con la imagen de la mesa que utilizábamos cuando se creo el concepto. Este modelo icónico se guardó en nuestro cerebro y es el que nos permite decidir que formas que utilizamos son mesas y no otro objeto.
Podría pensarse que ya tenemos todas nuestras imágenes mentales creadas, pero la verdad es que las generamos constantemente a medida que aprendemos nuevas cosas. Cada nuevo aprendizaje genera imágenes mentales, pero para optimizar este proceso debemos hacerlo de manera consciente.
La mejor manera es utilizando nuestras estrategias de observación, comparación, abstracción y síntesis; si llevamos a cabo este proceso de manera adecuada, la estrategia de concreción nos permitirá hacer generalizaciones eficaces que optimizarán nuestros procesos de aprendizaje.
DISTRIBUCIÓN ORACIONAL
Para obtener una idea del tema general de un texto, debemos realizar una lectura rápida, reconociendo las funciones de las palabras dentro de los enunciados que estamos leyendo. Esto no es difícil si sabemos cómo funciona el sistema lingüístico del inglés.
La posición de las palabras que representan una determinada estructura dentro de los enunciados en inglés siempre es la misma ya que un cambio en su posición de inmediato cambia su función gramatical. Esto pareciera incrementar la dificultad en la comprensión de un texto, pero en realidad la facilita. Ello se debe a que la lengua inglesa funciona de manera similar a un tablero de ajedrez: a cada casilla le corresponde una pieza específica, y no se puede cambiar arbitrariamente; de la misma manera, cada pieza tiene un movimiento propio, diferente al de las otras piezas.
El enunciado en inglés contiene menos piezas que el ajedrez, lo que reduce el número de posibles movimientos. El juego de las palabras en inglés se llama distribución de los elementos del enunciado, y tiene tres piezas importantes, el sujeto, el verbo y el objeto directo o indirecto; cada categoría cuenta con piezas menos importantes que se mueven en el mismo tablero.
Para que se te facilite la tarea de entender estos conceptos te invitamos a analizar el siguiente mapa conceptual:
Veamos primero el comportamiento del sujeto. Éste representa todo aquello que podemos nombrar, desde lo que se puede tocar, hasta ideas y sentimientos; las piezas que lo acompañan son el cuantificador, el adjetivo y la preposición. Cada una de estas piezas tiene su lugar. Primero aparece el cuantificador, cuya tarea es marcar el número de porciones que componen al sujeto; en este ejemplo no tenemos un cuantificador.
Ejemplo:
En este ejemplo no tenemos un cuantificador, le sigue la casilla del artículo, que en este caso es un artículo definido, lo que nos indica un objeto específico. El sujeto es el cerebro, el verbo es contener y el objeto nos defique qué es lo que contiene el cerebro (neuronas).
Las piezas en las casillas no cambian su lugar, porque en el momento que se colocan en otra casilla adquieren la función de la casilla que ocuparon; por lo que siempre sabrás su función gramatical, po que te facilitará la búsqueda de significados en el diccionario. No todas las funciones gramaticales se utilizan en una oración, puedes tener sólo dos de tres, pero pronto aprenderás a distinguir las piezas del tablero de la distribución oracional.
Para practicar lo aprendido, realiza las actividades correspondientes.
Estrategia cognitiva: creación de imágenes mentales.
IMÁGENES MENTALES
Las imágenes mentales son parte del proceso de formación de conceptos. Antes de poder verbalizar un concepto (nombrarlo) es necesario crear una imagen mental del concepto. Los conceptos que utilizamos para relacionarnos con el mundo fueron creados a partir de una primera experiencia con dichos objetos o acciones. Cuando creamos la imagen de una mesa, seguramente se formó con la imagen de la mesa que utilizábamos cuando se creo el concepto. Este modelo icónico se guardó en nuestro cerebro y es el que nos permite decidir que formas que utilizamos son mesas y no otro objeto.
Podría pensarse que ya tenemos todas nuestras imágenes mentales creadas, pero la verdad es que las generamos constantemente a medida que aprendemos nuevas cosas. Cada nuevo aprendizaje genera imágenes mentales, pero para optimizar este proceso debemos hacerlo de manera consciente.
La mejor manera es utilizando nuestras estrategias de observación, comparación, abstracción y síntesis; si llevamos a cabo este proceso de manera adecuada, la estrategia de concreción nos permitirá hacer generalizaciones eficaces que optimizarán nuestros procesos de aprendizaje.
DISTRIBUCIÓN ORACIONAL
Para obtener una idea del tema general de un texto, debemos realizar una lectura rápida, reconociendo las funciones de las palabras dentro de los enunciados que estamos leyendo. Esto no es difícil si sabemos cómo funciona el sistema lingüístico del inglés.
La posición de las palabras que representan una determinada estructura dentro de los enunciados en inglés siempre es la misma ya que un cambio en su posición de inmediato cambia su función gramatical. Esto pareciera incrementar la dificultad en la comprensión de un texto, pero en realidad la facilita. Ello se debe a que la lengua inglesa funciona de manera similar a un tablero de ajedrez: a cada casilla le corresponde una pieza específica, y no se puede cambiar arbitrariamente; de la misma manera, cada pieza tiene un movimiento propio, diferente al de las otras piezas.
El enunciado en inglés contiene menos piezas que el ajedrez, lo que reduce el número de posibles movimientos. El juego de las palabras en inglés se llama distribución de los elementos del enunciado, y tiene tres piezas importantes, el sujeto, el verbo y el objeto directo o indirecto; cada categoría cuenta con piezas menos importantes que se mueven en el mismo tablero.
Para que se te facilite la tarea de entender estos conceptos te invitamos a analizar el siguiente mapa conceptual:
Veamos primero el comportamiento del sujeto. Éste representa todo aquello que podemos nombrar, desde lo que se puede tocar, hasta ideas y sentimientos; las piezas que lo acompañan son el cuantificador, el adjetivo y la preposición. Cada una de estas piezas tiene su lugar. Primero aparece el cuantificador, cuya tarea es marcar el número de porciones que componen al sujeto; en este ejemplo no tenemos un cuantificador.
Ejemplo:
En este ejemplo no tenemos un cuantificador, le sigue la casilla del artículo, que en este caso es un artículo definido, lo que nos indica un objeto específico. El sujeto es el cerebro, el verbo es contener y el objeto nos defique qué es lo que contiene el cerebro (neuronas).
Las piezas en las casillas no cambian su lugar, porque en el momento que se colocan en otra casilla adquieren la función de la casilla que ocuparon; por lo que siempre sabrás su función gramatical, po que te facilitará la búsqueda de significados en el diccionario. No todas las funciones gramaticales se utilizan en una oración, puedes tener sólo dos de tres, pero pronto aprenderás a distinguir las piezas del tablero de la distribución oracional.
Para practicar lo aprendido, realiza las actividades correspondientes.
Última modificación: jueves, 14 de agosto de 2014, 14:40